La interpretación de los sueños según Jung

Алан-э-Дейл       01.01.2025 г.

Gustav Jung dedicó cerca de medio siglo a conocer los secretos de los sueños, determinar su papel en la vida del hombre y evaluar su impacto en la psique. Propuso su propia teoría sobre el origen de los sueños, formuló una audaz idea sobre los arquetipos y el inconsciente colectivo. El libro de los sueños de Jung le ayuda a comprenderse a sí mismo descifrando importantes mensajes del subconsciente.

Carl Gustav Jung

Quién es Jung

Carl Gustav Jung es un famoso psicólogo y psiquiatra suizo, fundador de la psicología analítica y autor del concepto de tipos psicológicos. Se interesó activamente por el ocultismo e intentó dar una explicación científica a los fenómenos paranormales. Las actividades del científico dieron lugar a cientos de artículos científicos, libros, disertaciones, en los que intentó conocer y explicar los misterios del alma humana.

Jung creció en circunstancias difíciles (divorcio de sus padres, depresiones constantes de su madre, relaciones tensas con su padre) y fue un niño muy atípico. Creía que tenía dos personalidades, una perteneciente al presente y otra al pasado. Era retraído e inventaba constantemente algunos juegos y rituales que no eran comprendidos ni por los niños ni por los adultos. Fue en sus años de infancia cuando se sentaron las bases del pensamiento, que constituyeron la base de las ideas de los arquetipos y el inconsciente colectivo.

Conflicto con Freud

Al principio de su trayectoria científica, Jung colaboró estrechamente con Sigmund Freud, inspirándose en sus ideas. Pero con el tiempo, los científicos divergieron en sus puntos de vista sobre el inconsciente, lo que se convirtió en la causa de un grave conflicto y una ruptura total entre el estudiante y el mentor.

Freud consideraba el inconsciente como la parte animal del alma, que el hombre trata constantemente de reprimir (instintos primitivos, deseos bajos). Jung consideraba el inconsciente como un almacén de valiosos conocimientos espirituales, como una guía para la vida real. Es decir, no hay que reprimirlo, sino al contrario, hay que explorarlo y liberarlo.

Actitud ante la personalidad

A diferencia de la mayoría de los psicólogos, Jung negaba la influencia de la experiencia y el entorno en la persona. Creía que un individuo desde su nacimiento tiene un retrato de personalidad ya hecho, que determina el modelo de comportamiento a lo largo de la vida. Y no se forma por casualidad, sino que se hereda de los antepasados (hasta la antigüedad).

Jung creía que este conjunto de rasgos se repite sin cesar en los individuos. Es algo parecido a la reencarnación. Sólo que no estamos hablando del renacimiento de una persona, sino de la repetición constante de ciertas estructuras psicológicas. Esto es lo que hace que un individuo perciba ciertos acontecimientos de una determinada manera, que reaccione ante ellos.

Actitud ante los sueños

La interpretación de los sueños es un componente importante de la psicología analítica de Jung. El científico creía que los sueños son una especie de realidad paralela, sobre la que domina el inconsciente. Una persona no sólo ve un sueño, sino que como si viviera en él sin posibilidad de influir en las imágenes visuales, sonoras y emocionales. En otras palabras, el individuo vive dos vidas, en una de las cuales es activo (realidad) y en la otra actúa como observador pasivo (sueño).

Sueño

La interpretación junguiana de los sueños no consiste en predecir el futuro. Es un intento de llegar a lo más profundo de la propia esencia. El científico creía que los sueños pueden reflejar actitudes conscientes o indicar una percepción distorsionada de la realidad. A veces los sueños indican trastornos mentales o problemas de autorrealización. A menudo, las visiones reflejan problemas inconscientes o experiencias reales.

Funciones de los sueños

En la psicología junguiana, los sueños se consideran parte integrante de la existencia de una persona. Se les atribuyen cinco funciones importantes:

  1. La transmisión de información del inconsciente a la mente consciente;
  2. El restablecimiento del funcionamiento armonioso de la conciencia perturbado por factores externos;
  3. reacción a situaciones reales de la vida, su elaboración detallada;
  4. reducción de la tensión mental, establecimiento del equilibrio emocional;
  5. compensación por la falta de imágenes vívidas y pintorescas en la aburrida vida ordinaria.

Es decir, soñar es una parte tan importante del «organismo mental» como cualquier órgano interno del cuerpo. Por medio de los sueños, el subconsciente señala algunos fallos. Con su ayuda se produce la «curación».

La primitiva teoría de la asociación libre

En las primeras etapas de su carrera, Jung creía que sólo la imagen central de un sueño merecía atención. Las asociaciones que acuden a la mente de un individuo al pensar en esta imagen son la clave para interpretar la visión. Así, una persona aprende sus bloqueos y pinzamientos internos, obtiene la clave para eliminarlos.

Pero con el tiempo los científicos llegaron a la conclusión de que la carga semántica de los sueños es mucho más amplia que el marco individual de la personalidad. En el proceso de formación y descifrado de los sueños, es importante tener en cuenta no sólo al individuo, sino también al inconsciente colectivo. A veces, la verdad no reside en asociaciones personales, sino en tramas y símbolos que tienen antiguas raíces mitológicas.

Clasificación de los sueños según Jung

Jung dividió condicionalmente los sueños en tres tipos. El primero, temático, lo consideraba inmaterial. Se trata de visiones de algunos acontecimientos cotidianos y personas del entorno del individuo. En esencia, no son más que un reflejo de la realidad, no portan señales ni pistas.

El segundo tipo de sueños, relacionados con la personalidad y el mundo interior, era considerado por el psicólogo como el más significativo. Jung sostenía que los sueños son como la compensación de algún desequilibrio en el «organismo psicológico». Lo que un individuo ve con más frecuencia en un sueño es en realidad un detalle ausente de su personalidad. Introduciendo este factor en el pensamiento o la actividad diaria, se puede encontrar la armonía.

El tercer tipo son los sueños arquetípicos, que se descifran mediante un sistema de símbolos. Aquí entra en juego el llamado inconsciente colectivo. Desde la antigüedad, se han formado ciertas imágenes (arquetipos) con asociaciones estables. Por ejemplo, un árbol es la vida, un niño es la pureza y la inocencia, una sombra es algo malo. Hay miles de arquetipos de este tipo y su significado en la conciencia humana permanece inalterado de generación en generación.

Sueños predictivos

Jung no veía ningún misticismo en el hecho de que algunas personas vean el futuro en sueños. De hecho, toda persona sabe a nivel subconsciente cómo se desarrollará su vida. Este conocimiento procede de la lógica de los acontecimientos y de la experiencia acumulada. Sólo que no todo el mundo está dispuesto y es capaz de escuchar las señales profundas.

Por ejemplo, al subir y bajar todos los días una vieja escalera que cruje, una persona se da cuenta de que en algún momento se romperá, pero por alguna razón ignora lo evidente. Viviendo a diario algunos acontecimientos y emociones, un individuo también puede prever el desenlace. Y si ignora lo obvio, en el momento crítico la mente subconsciente le dará una imagen del futuro.

Es importante entender que la previsión vista en un sueño no es definitiva. La mente subconsciente simplemente muestra cómo será el futuro del individuo, si continúa pensando y actuando según el viejo esquema. A veces basta un pequeño esfuerzo para que la vida tome un rumbo más favorable.

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